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Por

Reyna Ramírez Vázquez

Fecha

mayo 19, 2022

Actualmente el mundo nos exige contar con amplias competencias y habilidades para desenvolvernos en una sociedad laboral siendo cada vez más amplios en la búsqueda de fortalecer nuestras habilidades y desarrollar al máximo las competencias que definen nuestra individualidad.

Los primeros años de la vida de nuestros hijos dejan una huella imborrable en su futuro, es por ello que como padres tenemos la misión de fortalecer su desarrollo cognitivo y socioemocional por medio de una educación inicial de calidad promoviendo el enfoque de las habilidades blandas del menor.

Las habilidades blandas son el resultado de una combinación de habilidades sociales, de comunicación, de forma de ser, de acercamiento a los demás, entre otras; que llevan a la persona a ser capaz de relacionarse y comunicarse de manera efectiva con otros.

  1. Comunicación: es la capacidad de saber escuchar y comprender a los que nos rodean, así como expresarse de manera clara y adecuada.
  2. Autocontrol: es una habilidad que nos permite pensar antes de actuar, nos controla la impulsividad y nos ayuda a medir las consecuencias.
  3. Trabajo en equipo: habilidad social que involucra la cooperación, el respeto por los demás y la búsqueda del bien común para construir.
  4. Pensamiento crítico: es la capacidad de cuestionar, analizar y evaluar la información que recibimos, sin asumir por cierto todo lo que leemos y/ o escuchamos.
  5. Creatividad: es la capacidad, casi innata que tienen los niños, de crear, imaginar e innovar.

“Las habilidades blandas son un componente muy apreciado en la actualidad por las grandes organizaciones laborales”.

Las Instituciones educativas deben fortalecer estas habilidades: la creatividad por medio de sus clases de música; a través del ajedrez, la estrategia, coordinación y concentración; y con el yoga, el despertar de las inteligencias múltiples.

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